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Muchas parejas acuden a consulta por problemas en su relación. A veces los conflictos se deben a crisis por eventos disruptivos concretos, como el descubrimiento o la confesión de una infidelidad, pero en otras muchas ocasiones los problemas de pareja se deben a un gradual desgaste de la convivencia. Con el paso del tiempo, esos sentimientos románticos que les mantenían tan unidos, tan ilusionados, tan enamorados… Van desapareciendo. Aquello que les hacía mirar con ternura la despreocupada y espontánea manera con la que su pareja llegaba a casa y dejaba su abrigo en el sofá y los zapatos en medio del salón, poco a poco se va convirtiendo en una costumbre molesta e incomprensible que además aparentemente parece imposible de corregir. ¿Se acabó el amor? Uno de los principales motivos para este desgaste son los problemas de comunicación. En algún punto de la relación, los miembros de la pareja no son capaces de transmitir adecuadamente sus necesidades al otro, al igual que no son capaces de reconocer las necesidades que el otro intenta transmitirle. Los problemas muchas veces se agravan cuando intentan cuidar al otro y demostrarles su amor: muchos de estos esfuerzos resultan en vano lo que les hace sentir poco valorados e incomprendidos. Estos desencuentros se perciben muchas veces como un rechazo del otro o como una falta de amor. El autor Gary Chapman en 1996 dio con una clave muy importante para explicar por qué se producen muchos de estos problemas de comunicación entre la pareja y cómo evitarlos. Un aspecto fundamental en las relaciones es comprender la forma en que se demuestra el amor cotidianamente, ya que si cada uno habla un lenguaje del amor distinto, será necesario encontrar un traductor que nos ayude a hablar en un mismo idioma. En muchos casos ésta es precisamente la labor del terapeuta. ¿Cuáles son los lenguajes del amor? El autor encontró que había diferentes formas de expresar afecto y que cada persona tenía, en función de su historia de aprendizaje, formas más habituales de expresarlo y formas de expresarlo que valoraba poco. Simbólicamente los llamó lenguajes del amor, un nombre muy acertado ya que en ocasiones las personas parece que hablamos en idiomas distintos. Estos lenguajes son:
  • Palabras de Afirmación: como un cumplido, decir “te quiero”, palabras de aprecio, palabras de ánimo e inspiración, palabras humildes…
  • Tiempo de Calidad: tiempo de atención completa, dedicarse tiempo el uno al otro, diálogos comprensivos, escucha activa…
  • Recibir Regalos: regalos con alto valor simbólico, regalos que hacen pensar “se acordó de mí”… Pueden ser comprados, hechos o encontrados, y a veces el regalo de nuestra mera presencia es suficiente, como el padre que cada sábado va a ver el entrenamiento de fútbol de su hijo.
  • Actos de Servicio: actos que requieren planificación, esfuerzo, tiempo y energía, que realizados con espíritu positivo y haciéndolos por el otro son expresiones de amor. Cocinar ese plato que tanto le gusta, ir a recogerle al aeropuerto, recoger la habitación aun cuando no te tocaba por vuestra planificación…
  • Contacto Físico: cogerse de las manos, abrazarse, besarse, tener relaciones sexuales, acariciar al otro, dar un masaje… Conociendo las partes del cuerpo más sensibles del otro. Es el lenguaje que más se suele ver afectado cuando hay problemas en la pareja.
Es importante conocerse bien a uno mismo, saber cuál es mi lenguaje principal del amor, cuál me cuesta más expresar y cuál valoro menos en los demás. Este será el primer paso para poder identificar en qué idioma del amor nos está hablando el otro y entender por qué es efectivo o por qué no, pero valorándolo en su justa medida. El siguiente paso será esforzarnos en hablar el mismo idioma que nuestra pareja, ampliando nuestro repertorio de expresiones de amor. El último paso ya será disfrutar de una relación de pareja más sólida y con mejor conexión emocional. Y bien, ¿cuál es tu lenguaje principal del amor?
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